

Tus creencias financieras: a tu favor o en tu contra
ColumnasEconomía y FinanzasEducación en finanzas 11 mayo, 2016 Redacción Horizontum

¿Tus creencias financieras te ayudan, o te boicotean para que no concretes tu objetivo de tener un futuro financiero exitoso?
A lo largo de 20 años como asesor financiero he escuchado constantemente cómo las personas expresan sus creencias financieras, y lo hacen sin dudar, sin detenerse a analizar si lo que afirman es correcto o no. De igual manera, llegan a nuestras oficinas personas que nos dicen: “rentar es tirar el dinero a la basura”, “me dijeron que invierta en un restaurante porque el negocio de la comida deja mucho dinero” o “mi papá me dijo que comprara un departamento y lo rentara, porque ése es el mejor negocio para vivir sin trabajar.”
¿Realmente sabemos cuáles son las implicaciones de ejecutar en automático los pensamientos financieros de alguien más, e incorporarlos en nuestra vida, especialmente cuando éstos son falsos?
Rentar NO es tirar el dinero a la basura (lo hemos demostrado financieramente), el negocio de la comida NO es el negocio de tus sueños ya que, si de pronto no llega algún elemento de tu personal, tú serás quien cubra su puesto. En cuanto a las rentas, déjame decirte que han perdido más del 50% de su poder adquisitivo desde la década de los setenta. ¿Lo sabías?
El problema aquí es que constantemente repetimos la información de otras personas como si fueran verdad; toda esa información se nos entregó a través de nuestros padres, maestros o personas famosas y, basándonos en el hecho de que les tenemos admiración, dejamos de cuestionar su veracidad.
De nada te sirve asistir a una escuela de prestigio, tomar los mejores cursos en línea, adquirir las mejores aplicaciones o tener negocios exitosos, si tu razonamiento financiero se encuentra estancado con pensamientos obsoletos de la época de tu bisabuelito, y que entorpecen y hasta boicotean el hecho de que puedas retener una gran parte de tu ingreso.
No permitas que ganar dinero sea sólo la ilusión de llegar al día de pago, sólo para volverlo a gastar en artículos inútiles o simplemente para pagar deudas (eso no es vida). Comienza rompiendo paradigmas, presupuesta tus gastos, tus ahorros y hasta tus vacaciones.
Planea a corto, mediano y largo plazo, y busca ayuda experta que te permita estructurar un capital adecuado para solventar cada etapa de tu vida.
Tu etapa productiva es muy limitada, no tienes tiempo para desaprovecharla.
Hasta la próxima